¿Por qué es importante esta actividad?
Durante los primeros años de vida, entre los 3 a 8 años, los niños están en una etapa clave para desarrollar su conciencia emocional. esto implica aprender a reconocer lo que sienten, asociarlo a un nombre y comprender cómo gestionarlo.
Objetivo: ayudar a los niños reconocer, identificar y nombrar emociones básicas, promoviendo el desarrollo de habilidades socioemocionales desde temprana edad.
Reconocimiento emocional: Los niños pequeños a menudo sienten frustración o enojo porque no saben expresar lo que les ocurre. Al nombrar sus emociones, adquieren herramientas para comunicar cómo se sienten y evitar comportamientos desbordantes.
Regulación emocional: Identificar las emociones en el primer paso para aprender a manejarlas de manera saludable. esto les ayuda a desarrollar tolerancia a la frustración, a resolver conflictos y relacionarse mejor con los demás.
Promueve la empatía: cuando los niños entienden sus propias emociones, es más fácil para ellos identificar y respetar las emociones de los demás.
Emociones básicas que trabajaremos:
1- Alegría
2- Tristeza
3- Miedo
4- Enojo
(Opcional: puedes agregar sorpresa y calma para niños mayores de 6 años)
Materiales Necesarios
1- Tarjetas con imágenes de emociones:
Puedes dibujarlas, imprimirlas o comprarlas. Lo ideal es que las imágenes muestren expresiones faciales claras y estén asociadas a una palabra ( ejemplo: una carita sonriente con la palabra «alegría» debajo).
2- Un espejo (opcional, para el juego de imitación)
3- Un cuento corto o anécdotas cotidianas para contextualizar.
Pasos de la actividad:
1- Presentación de las emociones (5 minutos)
Muestra una tarjeta con una emoción y di su nombre:
«Esta carita muestra alegría. ¿Sabes qué es la alegría? Es cuando estamos contentos, por ejemplo, cuando jugamos con amigos o comemos algo rico».
Explica cómo se siente físicamente:
«Cuando estamos alegres, nuestra boca sonríe y nuestro cuerpo se siente con energía».
2- Asociación con situaciones cotidianas (10 minutos)
Relata una situación y pregunta:
«Si estás jugando con tu juguete favorito, ¿qué emoción sientes?»
«Si alguien toma tu juguete sin permiso, ¿cómo crees que te sentirías?»
Pide al niño que señale la tarjeta correspondiente o que diga cómo se siente.
3- Juego de imitación (10 minutos)
Pide al niño que imite la expresión facial de la tarjeta.
Usa un espejo para que vea su rostro.
Ejemplo: “Ahora, hagamos una carita triste. Mira en el espejo cómo se ve tu rostro. ¿Cómo crees que se siente alguien que tiene esta cara?”.
4- Cuento corto para conectar las emociones (10-15 minutos)
Lee un cuento corto que muestre una situación emocional.
Cuento: «El día que Nacho perdió su globo»
Nacho, tenía 5 años y estaba muy emocionado porque su papá le había regalado un globo rojo en forma de corazón. Había esperado todo el día para ir al parque con su mamá y mostrarles a sus amigos su hermoso globo.
El globo era muy especial porque tenía un brillo que parecía reflejar la luz del sol, y Nacho no podía dejar de mirarlo mientras caminaban al parque. Su mamá le había dicho:
-Nacho, sujeta bien el hilo para que no se te escape.
-¡Sí, mamá! Lo estoy sujetando muy fuerte- respondió Nacho, con una gran sonrisa.
En el parque, Nacho corrió, saltó y jugó con su globo mientras los otros niños lo miraban con curiosidad. Todos querían tocarlo, pero Nacho decía:
—Es mío, pero podemos jugar juntos si quieren.
Mientras jugaban, Nacho sintió una brisa suave que empezó a hacerse más fuerte. Cerró los ojos por un momento, disfrutando del viento en su cara, y entonces ocurrió: el hilo del globo se deslizó de sus pequeños dedos y, cuando abrió los ojos, vio cómo el globo subía lentamente hacia el cielo.
—¡Mi globo! —gritó Nacho, estirando las manos hacia arriba.
Los otros niños miraron en silencio mientras el globo flotaba cada vez más alto, hasta que se perdió entre las nubes. Nacho se quedó parado, sin decir nada, con los ojos llenos de lágrimas. Su mamá se acercó y le puso una mano en el hombro.
—Sé que estás triste, Nacho. Ese globo era muy especial para ti —le dijo con voz suave.
—¡Sí, mamá! Era mi favorito y ahora se fue… —Nacho empezó a llorar, dejando que las lágrimas corrieran por su rostro.
Su mamá lo abrazó y le dijo:
—A veces las cosas que queremos mucho se pierden o se van, y eso nos hace sentir tristes. Pero está bien llorar cuando algo nos pone mal. ¿Qué te parece si vamos a casa y hacemos algo especial para recordar tu globo?
Nacho, todavía un poco triste, asintió con la cabeza. De camino a casa, su mamá le dijo:
—¿Sabías que ahora tu globo está viajando por el cielo? Quizás llegue a otro parque o tal vez suba tan alto que lo vean los pajaritos.
Nacho miró al cielo y, aunque aún sentía un pequeño nudo en la garganta, empezó a imaginar a su globo flotando entre las nubes y haciendo nuevos amigos.
Cuando llegaron a casa, su mamá sacó papeles de colores, lápices y un hilo.
—Vamos a hacer un dibujo de tu globo y podemos colgarlo en tu habitación. Así siempre lo recordarás.
Nacho tomó los lápices y dibujó su globo rojo, el parque, a sus amigos y hasta unas nubes en el cielo. Cuando terminó, miró el dibujo y sonrió.
—¿Sabes, mamá? Creo que mi globo está feliz volando por ahí. Y ahora tengo este dibujo para recordarlo.
Su mamá lo abrazó y le dijo:
—Eso es muy valiente, Nacho. Estás aprendiendo que, aunque a veces perdemos cosas, siempre podemos guardar buenos recuerdos en nuestro corazón.
Desde entonces, cada vez que Nacho miraba su dibujo, se sentía un poquito menos triste y recordaba que su globo estaba viajando por el mundo, llevándose con él una parte de su alegría.
Preguntas para trabajar después del cuento:
- ¿Cómo se sintió Nacho cuando perdió su globo?
- ¿Qué hizo su mamá para ayudarlo a sentirse mejor?
- Si tú fueras Nacho, ¿qué harías para recordar tu globo?
- ¿Cómo crees que se siente el globo ahora que está en el cielo?
Objetivos del cuento:
-Ayudar a los niños a comprender que está bien sentirse tristes o enojados cuando algo importante se pierde.
-Promover estrategias para superar situaciones difíciles, como crear recuerdos o imaginar historias positivas.
-Estimular la imaginación y la empatía al pensar en cómo se siente el globo o cómo lo recordaría Nacho.
