
El desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida es clave para la comunicación, el aprendizaje y la socialización. Desde el nacimiento, los niños comienzan a adquirir habilidades lingüísticas a través de la interacción con su entorno. Por ello, es fundamental que docentes y familias brinden oportunidades ricas y variadas para estimular el habla y la comprensión del lenguaje.
El lenguaje no solo se limita a la expresión oral, sino que también involucra la comprensión, la gestualidad y la capacidad de interactuar con otros. Su desarrollo temprano tiene un impacto directo en el éxito escolar y en la autoestima del niño. Según estudios en neurociencia, los primeros cinco años son una etapa crítica en la formación de conexiones neuronales relacionadas con el lenguaje.
Para fortalecer estas habilidades, es importante promover actividades lúdicas que favorezcan la comunicación, el vocabulario y la estructuración del discurso de manera natural y divertida. A continuación, te compartimos dos propuestas concretas que pueden realizarse en la escuela y en casa.


Actividad 1: La caja mágica de las palabras
Edad recomendada: 3 a 5 años
Objetivo:
- Enriquecer el vocabulario y fomentar la expresión oral.
- Estimular la imaginación a través del juego simbólico.
- Desarrollar la atención y la escucha activa.
Materiales: Una caja o bolsa de tela. Objetos o imágenes de diferentes categorías (animales, alimentos, profesiones, colores, etc.).
Desarrollo:
- La docente o el adulto introduce varios objetos o tarjetas en la caja.
- Se invita a un niño a sacar un objeto sin mirar.
- El niño debe nombrarlo y decir una característica del mismo (ejemplo: «Es un perro, dice guau guau»).
- Luego, se le pide que construya una oración con esa palabra (ejemplo: «El perro juega en el parque»).
- Se puede extender la actividad pidiendo a los compañeros que agreguen más detalles o inventen una historia breve.
Adaptaciones posibles:
Para niños con dificultades en el habla, se puede permitir señalar o imitar sonidos.
En grupos más grandes, se puede hacer en rondas y fomentar la interacción entre pares.
Actividad 2: Historias encadenadas con imágenes
Edad recomendada: 4 a 6 años
Objetivo:
- Desarrollar la estructuración del discurso narrativo.
- Favorecer la imaginación y la secuenciación de ideas.
- Mejorar la atención y la memoria.
Materiales: Cartas con imágenes (pueden ser recortes de revistas o tarjetas ilustradas).
Desarrollo:
- Se colocan las imágenes en un mazo boca abajo.
- Un niño saca la primera carta y empieza la historia con una oración sencilla.
- El siguiente niño saca otra carta y debe continuar la historia relacionándola con la imagen.
- Se repite la dinámica hasta que todos hayan participado.
- Al finalizar, la docente o el adulto hace un resumen de la historia y fomenta una conversación sobre lo que les gustó más.
Adaptaciones posibles:
Para niños que aún no hablan con fluidez, se les puede permitir señalar la imagen y que el adulto formule la oración.
Si hay niños con TEA u otra condición, se pueden utilizar pictogramas para facilitar la comprensión y estructuración de la historia.
Conclusión
El juego es una herramienta poderosa para el desarrollo del lenguaje en la primera infancia. A través de actividades lúdicas como las propuestas, se pueden estimular habilidades comunicativas de manera natural y significativa. Es importante que tanto en la escuela como en casa se generen espacios donde los niños se sientan motivados a expresarse, escuchar y participar activamente.
Favorecer el lenguaje desde edades tempranas es invertir en su futuro, brindándoles herramientas para comprender el mundo y relacionarse con los demás de manera efectiva. Además, fortalece su autoestima y confianza al descubrir que sus palabras tienen un impacto en su entorno. La interacción con adultos y pares en un ambiente rico en lenguaje les permitirá desarrollar no solo habilidades lingüísticas, sino también cognitivas y socioemocionales esenciales para su crecimiento.